La zona vitivinícola de Valpolicella, en la provincia de Verona, es la cuna del afamado Amarone, uno de los grandes vinos italianos. Un producto diferente a todo lo conocido.
El Amarone es un blend de tres cepas características del norte italiano: Corvina, Rondinella y Molinara. La particularidad es que este vino se elabora con el método de “apassimento”. Las uvas se colocan en unas planchas de bambú extraído de la laguna de Venecia, donde permanecen bajo techo durante unos tres meses, hasta que pierden un 40 % del líquido. Se trata de una técnica única, que diferencia al Amarone de cualquier otro vino conocido.
En Gargagnago di Valpolicella, donde Masi tiene viñedos y su bodega, los técnicos experimentan con distintas variedades, hacen ensayos con los distintos tipos de suelos y al mismo tiempo prueban con el uso de nuevas barricas, como las de alcornoque y de madera de cerezo. También están probando con barricas rectangulares, que luego de su utilización en el proceso de añejamiento de los vinos, podrían servir para la construcción, sobre todo para colocación de pisos.
Por otra parte, Masi ha sido pionera en buscar la recuperación de cepas que se hallaban al borde de la extinción. Es el caso de la Oseleta, con la cual elaboran el Osar, un vino de gran concentración y complejidad, que al mismo tiempo presenta un estilo moderno, ideal para acompañar carnes rojas y quesos maduros.