En una lista de bienes escasos y muy preciados para el Chile de los próximos años, probablemente la energía ocuparía los primeros lugares. La eficiencia energética ha ido pasando barreras para convertirse, desde una actividad casi exclusiva del gobierno y algunas empresas, en una actitud deseable en cada una de las familias y personas. El ahorro energético se ha convertido, sin duda, en un tema país. Ya sea desde una perspectiva de desarrollo futuro, Chile debe aumentar su oferta energética al menos en un 30% para los próximos 30 años, como desde una visión individual, los costos de la energía ya están aumentando y produciendo impactos en los bolsillos de la gente, por lo que ser más eficientes energéticamente es una prioridad. En ambos casos, apelar a la sustentabilidad de las medidas resulta muy conveniente. En efecto, Chile ha suscrito acuerdos internacionales e incluso establecido regulaciones respecto del tipo de energía que se producirá en el futuro. El compromiso 20/20 asumido...
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