Cuesta creer que las personas dejen "olvidado" su dinero en los bancos, pero ocurre con tanta frecuencia que una vez al año esas instituciones tienen que contarlo, listar a quién pertenece y hacer una última publicación para que sus acreedores lo cobren.
En 2012 los bancos reportaron tener en caja más de 22.700 millones de pesos sin cobrar por sus dueños, dinero que si no es reclamado dentro de un plazo determinado por la ley pasa a las arcas fiscales.
Es lo que se conoce como acreencias bancarias sujetas a caducidad, que centenares de chilenos tienen en alguna institución financiera, por ejemplo, en la forma de un vale vista, un depósito a plazo o una boleta de garantía, y que por mucho tiempo han olvidado cobrar.
QUÉ DINERO PUEDE CADUCAR
En enero de cada año, los bancos deben realizar un listado de las acreencias bancarias superiores a una U.F. ($22.853), que entrarán al periodo de caducidad, y disponerla para consulta pública en una sucursal.
Según establece la ley, los fondos que superan ese monto caducan si permanecen inmovilizados por dos años.
Pero hay algunas excepciones, según explica la abogada de la Dirección Jurídica de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Carolina Álvarez. No caducan los depósitos a plazo indefinido, las cuentas de ahorro, los cheques viajeros y los depósitos de garantía siempre cuando no tengan una fecha de vencimiento. Tampoco están afectos aquellos dineros que tengan embargo, retención o prenda.
Quienes crean ser acreedores de documentos de este tipo pueden consultar los listados directamente en el banco y realizar el cobro si es que figuran ahí como titulares de alguno.
Para montos de dinero superiores a las 5 UF (114.265 pesos), la ley obliga a cada banco a publicar el listado en el Diario Oficial en marzo.
Para estos montos, desde el momento en que el banco elaboró la lista de acreencias (enero), corre un periodo de tres años para que sus titulares las reclamen.
En 2012 los bancos reportaron tener en caja más de 22.700 millones de pesos sin cobrar por sus dueños, dinero que si no es reclamado dentro de un plazo determinado por la ley pasa a las arcas fiscales.
Es lo que se conoce como acreencias bancarias sujetas a caducidad, que centenares de chilenos tienen en alguna institución financiera, por ejemplo, en la forma de un vale vista, un depósito a plazo o una boleta de garantía, y que por mucho tiempo han olvidado cobrar.
QUÉ DINERO PUEDE CADUCAR
En enero de cada año, los bancos deben realizar un listado de las acreencias bancarias superiores a una U.F. ($22.853), que entrarán al periodo de caducidad, y disponerla para consulta pública en una sucursal.
Según establece la ley, los fondos que superan ese monto caducan si permanecen inmovilizados por dos años.
Pero hay algunas excepciones, según explica la abogada de la Dirección Jurídica de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), Carolina Álvarez. No caducan los depósitos a plazo indefinido, las cuentas de ahorro, los cheques viajeros y los depósitos de garantía siempre cuando no tengan una fecha de vencimiento. Tampoco están afectos aquellos dineros que tengan embargo, retención o prenda.
Quienes crean ser acreedores de documentos de este tipo pueden consultar los listados directamente en el banco y realizar el cobro si es que figuran ahí como titulares de alguno.
Para montos de dinero superiores a las 5 UF (114.265 pesos), la ley obliga a cada banco a publicar el listado en el Diario Oficial en marzo.
Para estos montos, desde el momento en que el banco elaboró la lista de acreencias (enero), corre un periodo de tres años para que sus titulares las reclamen.