Significado
de los beneficios contables
Los economistas definen los beneficios como
el flujo de tesorería más la variación en el valor de los activos de la
empresa. Pero sabemos, después de haber examinado el comportamiento de los
precios de las acciones, que los valores de los activos fluctúan amplia e
impredeciblemente de un año para otro. Así, parece como si los beneficios
publicados por la empresa siguieran una trayectoria más suave que los
beneficios económicos.
Los contables no tratan realmente de seguir
la pista de los beneficios económicos año tras año. Parecen mucho más
interesados en mostrar la rentabilidad media a largo plazo de los activos de la
empresa. Sin embargo, a menudo no alcanzan tampoco este objetivo.
¿Cómo
se calculan los beneficios contables?
Los beneficios contables son diferentes del
flujo de tesorería, los contables comienzan con el flujo de tesorería, pero
clasifican las salidas de tesorería en dos categorías: gastos corrientes y
gastos de capital. Los gastos corrientes se deducen de los beneficios todos de
una vez. Los gastos de capital se capitalizan y luego se amortizan durante los
años siguientes.
Un problema difícil para el contable es
decidir qué salidas de tesorería han de ser capitalizadas. Cuando una empresa
construye una nueva fábrica, hay una salida de tesorería, pero los accionistas
adquieren también un activo que probablemente proporcionará mayores flujos de
tesorería en el futuro. Por tanto, los contables están dispuestos a tratar
tales gastos como inversiones de capital. Pero, ¿qué hay el coste de
investigación y desarrollo, la formación de la plantilla o una nueva campaña
publicitaria? Estos gastos son también inversiones de cara al futuro, pero los
contables a veces no reconocen las inversiones en activos intangibles. Por
tanto, deducen estos gastos de los beneficios corrientes.
Si una empresa de alta tecnología realiza una
inversión elevada en investigación y desarrollo (I + D) los estados financieros
van a subestimar probablemente los verdaderos beneficios. Pero los inversores
reconocen que algunos de estos gastos son realmente una inversión cara al
futuro. Por tanto, la acción se vende a un alto precio en relación con los
beneficios publicados. Posteriormente cuando la inversión en I +D comienza a
ser rentable, los beneficios publicados probablemente empezarán a subir con
rapidez. Pero los inversores son conscientes de que la empresa ahora tiene su
capital esquilmado. Así, el precio de las acciones no va al mismo paso que los
beneficios.
La cuenta de resultados de una empresa
muestra los flujos de tesorería de a explotación actuales, pero no muestra el
cambio actual en el valor del activo. En lugar de esto los contables establecen
un plan de amortización en el tiempo y, excepto en circunstancias
excepcionales, se aferran a él. Así, la cuenta de resultados de la empresa
refleja, en parte, lo que verdaderamente ocurrió (flujo de tesorería operativo)
y, en parte, lo que estaba previsto que ocurriera (amortización del valor del
activo).
Cuando los contables establecen un plan de
amortización, no hacen previsiones detalladas sobre cómo es probable que varíe
el valor de cada activo, a lo largo del tiempo. En vez de eso, confían en una
serie de reglas prácticas ordinarias, tales como la amortización lineal. Si una
inversión tarda varios años en ser plenamente rentable, entonces durante los
primeros años la amortización lineal sobreestima el probable descenso del valor
de la inversión y durante los últimos años lo subestima. Por ejemplo, suponga
que un fabricante de papel abre una nueva fábrica. Las grandes fábricas de
papel tardan bastante tiempo en alcanzar la máxima eficacia. Por tanto, si la
empresa amortiza sus activos linealmente, los estados financieros
infravalorarán inicialmente los verdaderos beneficios y las acciones se
venderán a un precio elevado en relación con los datos publicados.
Claro está, las decisiones acerca de qué
partidas capitalizar y cómo amortizarlas no son las únicas fuentes potenciales
de distorsión de los beneficios. Si se quiere utilizan los beneficios de una
empresa como una guía sobre su valor, necesita "normalizar" esos
beneficios por las distorsiones temporales debidas a las peculiares técnicas de
la contabilidad.
¿Cómo
afecta la inflación la rentabilidad contable?
La inflación incrementa el valor de las
existencias de productos en curso y acabados. Suponga que es fabricante de
ropa. En enero fabrica 1000 trajes de caballero valorados en $300.00 cada un,
pero no los vende hasta Junio. Durante este período sus competidores han subido
los precios un 6% y usted ha seguido el mismo camino. Así, los productos se
venden al final por 300 x 106 = 318.
Parte de su beneficio en este lote de trajes
se pueden atribuir a la inflación mientras los trajes estaban en existencias.
Recibe un beneficio por mantener existencias que se cifra en $18.00 por traje.
Los beneficios por mantener existencias son
beneficios al fin y al cabo. Usted estará mejor con ellos que sin ellos.
Acertadamente, se incluyen en el beneficio nominal. Sin embargo, no son parte
del beneficio real, excepto en la medida en que las existencias se aprecian más
rápidamente que el nivel general de precios.
Hay un segundo problema. Conforme aumenta la
inflación, el valor neto contable de los activos fijos queda más y más
desfasado - esto es, el valor contable subestima el valor corriente o coste de
reposición. Por tanto, la amortización contable es demasiado baja.
La inflación tiene un tercer efecto sobre los
beneficios contables de las empresas que se endeudan. A los prestamistas se les
reembolsan dólares futuros inflados, así que para compensar el descenso del
valor real de su préstamo exigirán un tipo de interés más elevado. La parte del
tipo de interés que compensa la inflación esperada se llama prima por
inflación.
El pago total por intereses, incluida la
prima por inflación, se resta del beneficio contable neto de la empresa. Pero
el beneficio contable no reconoce la ganancia compensatoria que logran los
accionistas a expensas de los prestamistas. Recuerde que los prestamistas se
benefician de la prima por inflación, pero ganan porque la inflación disminuye
el valor real de su compromiso. El beneficio contable reconoce la pérdida de
los accionistas, pero no la ganancia compensatoria.
Aplicaciones
del análisis financiero
Suponga que usted es un analista de créditos
o un apoderado de préstamos de un banco con la responsabilidad de decidir si
una empresa concreta es probable que reembolse sus deudas. ¿Qué puede usted
aprender de los estados financieros de la empresa?
Se pueden comparar los ratios financieros, en
lugar de fijarse en un número de indicios separados, puede ser mucho más útil
combinar los diferentes fragmentos de información en una única medida de la
probabilidad de quiebra.
Si se van a analizar los estados financieros
de una empresa, existe el peligro de verse abrumado por el mero volumen de
datos. Esto explica por qué los directivos utilizan pocos ratios significativos
para resumir el apalancamiento de la empresa, su liquidez, su rentabilidad y su
valoración por el mercado. Hemos descrito algunos de los ratios más populares.
Estos son algunos consejos para quienes usan
ratios financieros:
- Los ratios financieros apenas
proporcionan respuestas, pero ayudan a formularse las preguntas
pertinentes.
- No hay un modelo internacional
de ratios financieros. Cuenta mucho más un poco de lógica y sentido común
que una aplicación ciega de fórmulas.
- Debe ser selectivo en la
elección de ratios. Ratios diferentes dicen a menudo cosas similares.
- Necesita un punto de referencia
para apreciar la situación financiera de una empresa. Es corriente
comparar los ratios financieros con los ratios de la empresa en años
anteriores y con los ratios de otras empresas situadas en el mismo tipo de
negocio.
Se puede aprender algo acerca de por qué
varían los beneficios de una empresa comparando su historial de beneficios con
el de otras empresas. Pero hay que tener cuidado en no extrapolar las tasas de
crecimiento de los beneficios en el pasado: los beneficios siguen
aproximadamente un recorrido aleatorio.