Las proyecciones en el mercado nacional no se ven de lo mejor. Las bolsas cayendo día por medio y la inestabilidad de los mercados internacionales, hacen que nuestra reacción en Chile sea más bien cautelosa. Hoy las personas piensan en no endeudarse y cuidar su trabajo, estas son las primeras recomendaciones para enfrentar el año 2009. Las empresas en cambio están por analizar si el tamaño de su dotación es adecuado a los tiempos actuales, congelando los procesos de selección hasta tener claridad de la tendencia de la economía en la región.
El efecto en el análisis de las compensaciones podemos constatarlo principalmente en la disminución del poder adquisitivo de las personas, ya sea por una congelación en sus salarios o disminución de los bonos (no garantizados o garantizados).
La revisión de otras crisis, como la del ‘82 o ’97, nos refuerza nuestra teoría. Los salarios mantuvieron su nivel nominal y lo harán ahora también. Las empresas buscarán cuidar sus talentos, sus cargos críticos, intentando ser más productivos con igual o menor número de empleados.
Consecuencia de lo anterior, se espera un aumento en el desempleo, dado que pequeñas y grandes empresas están siendo muy cautas ante la contratación de personal y/o el desarrollo de nuevos proyectos de expansión, y la simplificación de las estructuras de dotación, es decir, una reducción de personal.
Una segunda razón de por qué las compensaciones en Chile se verán menos afectadas en el corto plazo, es debido a la composición de la renta que tiene un bajo componente variable. En Chile por ejemplo en los cargos más altos, la renta variable representa en promedio un 28%, muy lejos de las cifras como de EE.UU,. donde este valor se ubica en torno al 40%. La renta de profesionales y empleados de menor rango es en su mayoría garantizada (sin componente variable).
Por otra parte, los sistemas de compensación en Chile, protegen al empleado muchas veces por medio de los convenios colectivos y de la normativa laboral, lo que conlleva a que en frente de una crisis, este sistema se perciba como rígido.
Habiendo analizado el efecto en los salarios y compensación cuantitativa, nos preguntamos ahora cuál es el impacto en las compensaciones cualitativas (ingresos que no constituyen renta). Un ejemplo de éstas son los sistemas de reconocimiento, que son formas de reconocer al empleado por sus logros; por ejemplo, reducción en costos, trabajo en equipo, nuevas ideas, lo cual tiene una retribución en dinero, viajes, comidas, medallas, etc.
Lo anterior puede reducirse a formas más simples económicamente hablando, que ayuden a disminuir los costos permanentes de personal en la organización.
Todo lo anterior, es bajo la consigna que los períodos son cíclicos, de otra forma, en el mediano y largo plazo, de mantenerse esta situación, los sueldos tenderían a bajar, se contrataría por menos remuneración y el desempleo se normalizaría.
Es de esperar que el escenario económico sea favorable hacia mediados del año 2009, en el que las empresas reactiven los procesos para completar o ampliar su estructura, se aceleren los planes de capacitación y desarrollo para los empleados (que en muchos casos se posterga), y el poder adquisitivo vuelva a crecer, dadas las condiciones de mercado del país y del mundo entero.
El efecto en el análisis de las compensaciones podemos constatarlo principalmente en la disminución del poder adquisitivo de las personas, ya sea por una congelación en sus salarios o disminución de los bonos (no garantizados o garantizados).
La revisión de otras crisis, como la del ‘82 o ’97, nos refuerza nuestra teoría. Los salarios mantuvieron su nivel nominal y lo harán ahora también. Las empresas buscarán cuidar sus talentos, sus cargos críticos, intentando ser más productivos con igual o menor número de empleados.
Consecuencia de lo anterior, se espera un aumento en el desempleo, dado que pequeñas y grandes empresas están siendo muy cautas ante la contratación de personal y/o el desarrollo de nuevos proyectos de expansión, y la simplificación de las estructuras de dotación, es decir, una reducción de personal.
Una segunda razón de por qué las compensaciones en Chile se verán menos afectadas en el corto plazo, es debido a la composición de la renta que tiene un bajo componente variable. En Chile por ejemplo en los cargos más altos, la renta variable representa en promedio un 28%, muy lejos de las cifras como de EE.UU,. donde este valor se ubica en torno al 40%. La renta de profesionales y empleados de menor rango es en su mayoría garantizada (sin componente variable).
Por otra parte, los sistemas de compensación en Chile, protegen al empleado muchas veces por medio de los convenios colectivos y de la normativa laboral, lo que conlleva a que en frente de una crisis, este sistema se perciba como rígido.
Habiendo analizado el efecto en los salarios y compensación cuantitativa, nos preguntamos ahora cuál es el impacto en las compensaciones cualitativas (ingresos que no constituyen renta). Un ejemplo de éstas son los sistemas de reconocimiento, que son formas de reconocer al empleado por sus logros; por ejemplo, reducción en costos, trabajo en equipo, nuevas ideas, lo cual tiene una retribución en dinero, viajes, comidas, medallas, etc.
Lo anterior puede reducirse a formas más simples económicamente hablando, que ayuden a disminuir los costos permanentes de personal en la organización.
Todo lo anterior, es bajo la consigna que los períodos son cíclicos, de otra forma, en el mediano y largo plazo, de mantenerse esta situación, los sueldos tenderían a bajar, se contrataría por menos remuneración y el desempleo se normalizaría.
Es de esperar que el escenario económico sea favorable hacia mediados del año 2009, en el que las empresas reactiven los procesos para completar o ampliar su estructura, se aceleren los planes de capacitación y desarrollo para los empleados (que en muchos casos se posterga), y el poder adquisitivo vuelva a crecer, dadas las condiciones de mercado del país y del mundo entero.