Así lo revela la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en su informe anual difundido y en el que señala la variabilidad de los fenómenos observados: temperaturas más altas de lo normal en partes de Europa, el invierno menos frío jamás registrado en zonas de Escandinavia y frío extremo -en ciertos casos hasta romper récords históricos- en Sudamérica, principalmente en Argentina.
En contraste, las temperaturas medias en julio fueron superiores en 3 grados centígrados en gran parte de Argentina, Paraguay, Uruguay, el sudeste de Bolivia y el sur de Brasil, agrega el estudio.
En Australia se registraba en marzo la canícula más larga de la historia con una máxima superior a 35 grados durante 15 días consecutivos.
"En todo esto vemos la manifestación de la variabilidad existente", comentó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, en conferencia de prensa.
La sequía fue un fenómeno persistente en varios lugares a lo largo de 2008, entre ellos Portugal y España, en Europa, y Argentina, Paraguay y Uruguay, en Latinoamérica, con efectos muy graves sobre la agricultura de estos tres últimos países.
"La influencia humana, particularmente la emisión de gases del efecto invernadero, ha incrementado la posibilidad de tener estos años cálidos", aseguró el científico Peter Stott, del Centro Hadley para la Predicción e Investigación del Clima en Exeter (Reino Unido), según informa Reuters.
"Al comparar las observaciones con la respuesta esperada por la acción del hombre y por los agentes naturales del cambio climático, está demostrado que la temperatura está ahora 0,7 grados por encima de lo que estaría sin la acción humana", señaló.
Sin embargo, Jarraud explicó que, como parte de las variaciones que sufre el clima, 2008 fue un año más frío frente a la media del decenio 1997-2007, aunque haya sido el décimo más caliente de la historia meteorológica. El ligero enfriamiento de este año frente a los anteriores fue provocado por el fenómeno de 'La Niña', explicó.
EL DERRETIMIENTO DEL HIELO DEL ÁRTICO
"Como resultado del cambio climático, lo que hubiera sido un año excepcional se ha convertido en algo bastante normal. Sin la influencia humana en el cambio climático, sería 50 veces menos probable ver un año tan caliente como el 2008", concluyó Peter Stott.
Además de las temperaturas y de diversos fenómenos meteorológicos extremos -como sequías, huracanes, inundaciones y tormentas de nieve-, otro factor que muestra la gravedad del cambio climático es el derretimiento de la capa de hielo en el Ártico. En septiembre pasado, durante la temporada de fusión del hielo, la extensión de hielo marino en el Ártico se redujo hasta el segundo nivel más bajo jamás registrado desde que comenzaron las mediciones por satélite en 1979.
El tamaño de la capa fue de 4,67 millones de kilómetros cuadrados al final del verano, frente al récord más bajo de 4,3 millones registrado en el mismo periodo de 2007. No obstante, Jarraud advirtió de que en varios puntos el espesor de la capa fue menor este año frente al anterior.
El experto comentó que una situación que ilustra lo inquietante de la situación es que este año, por primera vez en la historia, los barcos han logrado pasar del Atlántico al Pacífico simultáneamente por el norte de Siberia y el de Canadá, "una situación totalmente excepcional y preocupante".
HURACANES E INUNDACIONES
"Se trata de un indicador suplementario que confirma el calentamiento global", agregó.
Asimismo, el informe anual de la OMM señala que en 2008 se produjo la "espectacular desaparición de casi un cuarto de las antiguas plataformas macizas de hielo de la isla de Ellesmere (Ártico canadiense). Así, una capa de hielo de un grosor de 70 metros, que en el siglo XX cubría una superficie de 9.000 kilómetros cuadrados ha quedado reducida a tan sólo 1.000 kilómetros cuadrados.
Por otra parte, Jarraud dijo que si tuviera que hablarse de un fenómeno meteorológico que marcó 2008 sería el ciclón Narguís, que devastó el sur de Birmania causando cerca de 80.000 muertos y fue uno de los mayores desafíos humanitarios del año.
El responsable de la OMM dijo que la temporada de huracanes también fue "bastante inusual" y causó mucho daño en el Caribe, Centroamérica y Estados Unidos. Por primera vez, se registraron seis ciclones consecutivos que llegaron a tierra en EE.UU. y tres huracanes de gran intensidad golpearon Cuba.
"Fue una de las temporadas de huracanes más activas, con un total de ocho huracanes, de los que cinco fueron intensos, frente a una media de seis y dos, respectivamente", precisó Jarraud.
Como otro fenómeno extremo, el científico mencionó las mayores inundaciones ocurridas en el sur de Brasil en un siglo, mientras que situaciones similares se vivieron en partes de Colombia, Panamá y otros países centroamericanos.
En contraste, las temperaturas medias en julio fueron superiores en 3 grados centígrados en gran parte de Argentina, Paraguay, Uruguay, el sudeste de Bolivia y el sur de Brasil, agrega el estudio.
En Australia se registraba en marzo la canícula más larga de la historia con una máxima superior a 35 grados durante 15 días consecutivos.
"En todo esto vemos la manifestación de la variabilidad existente", comentó el secretario general de la OMM, Michel Jarraud, en conferencia de prensa.
La sequía fue un fenómeno persistente en varios lugares a lo largo de 2008, entre ellos Portugal y España, en Europa, y Argentina, Paraguay y Uruguay, en Latinoamérica, con efectos muy graves sobre la agricultura de estos tres últimos países.
"La influencia humana, particularmente la emisión de gases del efecto invernadero, ha incrementado la posibilidad de tener estos años cálidos", aseguró el científico Peter Stott, del Centro Hadley para la Predicción e Investigación del Clima en Exeter (Reino Unido), según informa Reuters.
"Al comparar las observaciones con la respuesta esperada por la acción del hombre y por los agentes naturales del cambio climático, está demostrado que la temperatura está ahora 0,7 grados por encima de lo que estaría sin la acción humana", señaló.
Sin embargo, Jarraud explicó que, como parte de las variaciones que sufre el clima, 2008 fue un año más frío frente a la media del decenio 1997-2007, aunque haya sido el décimo más caliente de la historia meteorológica. El ligero enfriamiento de este año frente a los anteriores fue provocado por el fenómeno de 'La Niña', explicó.
EL DERRETIMIENTO DEL HIELO DEL ÁRTICO
"Como resultado del cambio climático, lo que hubiera sido un año excepcional se ha convertido en algo bastante normal. Sin la influencia humana en el cambio climático, sería 50 veces menos probable ver un año tan caliente como el 2008", concluyó Peter Stott.
Además de las temperaturas y de diversos fenómenos meteorológicos extremos -como sequías, huracanes, inundaciones y tormentas de nieve-, otro factor que muestra la gravedad del cambio climático es el derretimiento de la capa de hielo en el Ártico. En septiembre pasado, durante la temporada de fusión del hielo, la extensión de hielo marino en el Ártico se redujo hasta el segundo nivel más bajo jamás registrado desde que comenzaron las mediciones por satélite en 1979.
El tamaño de la capa fue de 4,67 millones de kilómetros cuadrados al final del verano, frente al récord más bajo de 4,3 millones registrado en el mismo periodo de 2007. No obstante, Jarraud advirtió de que en varios puntos el espesor de la capa fue menor este año frente al anterior.
El experto comentó que una situación que ilustra lo inquietante de la situación es que este año, por primera vez en la historia, los barcos han logrado pasar del Atlántico al Pacífico simultáneamente por el norte de Siberia y el de Canadá, "una situación totalmente excepcional y preocupante".
HURACANES E INUNDACIONES
"Se trata de un indicador suplementario que confirma el calentamiento global", agregó.
Asimismo, el informe anual de la OMM señala que en 2008 se produjo la "espectacular desaparición de casi un cuarto de las antiguas plataformas macizas de hielo de la isla de Ellesmere (Ártico canadiense). Así, una capa de hielo de un grosor de 70 metros, que en el siglo XX cubría una superficie de 9.000 kilómetros cuadrados ha quedado reducida a tan sólo 1.000 kilómetros cuadrados.
Por otra parte, Jarraud dijo que si tuviera que hablarse de un fenómeno meteorológico que marcó 2008 sería el ciclón Narguís, que devastó el sur de Birmania causando cerca de 80.000 muertos y fue uno de los mayores desafíos humanitarios del año.
El responsable de la OMM dijo que la temporada de huracanes también fue "bastante inusual" y causó mucho daño en el Caribe, Centroamérica y Estados Unidos. Por primera vez, se registraron seis ciclones consecutivos que llegaron a tierra en EE.UU. y tres huracanes de gran intensidad golpearon Cuba.
"Fue una de las temporadas de huracanes más activas, con un total de ocho huracanes, de los que cinco fueron intensos, frente a una media de seis y dos, respectivamente", precisó Jarraud.
Como otro fenómeno extremo, el científico mencionó las mayores inundaciones ocurridas en el sur de Brasil en un siglo, mientras que situaciones similares se vivieron en partes de Colombia, Panamá y otros países centroamericanos.