Conservamos un optimismo prudente en cuanto a los valores japoneses en
los próximos seis meses, aunque parece probable cierto estancamiento a
corto plazo, cuando el mercado digiera la agenda de reformas del primer
ministro Shinzo Abe.
El anuncio en junio podría empezar decepcionando
(lo bastante como para añadir vientos en contra a la trayectoria en alza
del mercado, aunque no lo suficiente como para provocar una corrección
grande). La derrota sorpresiva del Partido Liberal Democrático sería un
factor negativo importante que apuntaría a un terreno político más
difícil para las reformas. La inversión privada no residencial influirá
en la decisión del gobierno de retrasar la subida del impuesto sobre el
consumo (prevista en abril de 2014. El aplazamiento sería alcista para
el mercado de valores, suponiendo una volatilidad reducida de JGB. Hay
muchas probabilidades que parte de las grandes reducciones fiscales se
traspasen al ejercicio fiscal 2015