Este jueves 3 de diciembre sostendremos la segunda reunión del Grupo de Discusión sobre Compliance. A esta instancia de intercambio de conocimiento, ideas y experiencia, asisten encargados de cumplimiento de distintas empresas. Esta disciplina es un tema muy contigente, dada la alta carga normativa que las organizaciones enfrentan y a la imperiosa necesidad de las empresas y sus empleados de actuar acorde a las reglas que definen un comportamiento ético y transparente.
Precisamente es esta disciplina la que creemos está llamada a administrar y prevenir que la organizaciones sean afectadas por la materialización riesgos de índole ético y de no cumplimiento normativo. Hemos visto que en la práctica, esta disciplina tiene objetivos y enfoques que varían de acuerdo a la necesidad de la organización que la ha implantado. Entre los enfoques podemos contar:
- Prevenir y detectar actividades de corrupción de la organización o de sus empleados.
- Prevenir conflictos éticos en actividades de marketing y ventas.
- Asegurar el cumplimiento de normativa externa. Enfoque comúnmente utilizado en industrias con alta carga normativa, tal como la industria financiera.
- Promover una cultura ética e íntegra de apoyo al buen gobierno corporativo de la organización
Sin duda, estos cuatro enfoques mencionados corresponden a una simplificación y no pretenden establecer los límites de la disciplina, mas, grafican, a nuestro juicio, la relevancia que esta actividad y la necesidad del desarrollo de la misma. Este es el desafío que hemos asumido con la instancia de discusión mencionada al inicio. Por de pronto, hemos priorizado innumerables elementos necesarios para un efectivo programa de ética y cumplimiento, entre estos:
- Una cultura organizacional (Tone at the top) comprometida con altos estándares éticos
- Supervisión adecuada, esto corresponde al día a día y en cada nivel, deben existir estructura y recursos destinados a esta labor. Por ejemplo Oficial de ética y Oficial de cumplimiento.
- Responsabilidades claras para la gerencia, los empleados y el directorio respecto de su rol en cumplimiento.
- Comunicación efectiva del programa de cumplimiento y de las medidas disciplinarias resultantes del mismo.
- Diligencia en la delegación de autoridad.
- Incentivos enfocados al cumplimientos, esto contempla, entre otras cosas, acciones disciplinarias ante comportamientos reñidos con la ética.
- Evaluación periódica del programa de cumplimiento
Pero, ¿cómo obtener recursos y comprometer a la administración con un programa de cumplimiento?: Mostrando sus beneficios, entre estos se contempla el fortalecimiento de la cultura organizacional, motivar e inspirar conductas deseadas, aumentar la confianza de los stakeholders, lealtad de clientes y proveedores hacia la marca, los esfuerzos de ética y cumplimiento (que son la base del control interno), además de prevenir multas, monetarias y de cárcel.
Precisamente es esta disciplina la que creemos está llamada a administrar y prevenir que la organizaciones sean afectadas por la materialización riesgos de índole ético y de no cumplimiento normativo. Hemos visto que en la práctica, esta disciplina tiene objetivos y enfoques que varían de acuerdo a la necesidad de la organización que la ha implantado. Entre los enfoques podemos contar:
- Prevenir y detectar actividades de corrupción de la organización o de sus empleados.
- Prevenir conflictos éticos en actividades de marketing y ventas.
- Asegurar el cumplimiento de normativa externa. Enfoque comúnmente utilizado en industrias con alta carga normativa, tal como la industria financiera.
- Promover una cultura ética e íntegra de apoyo al buen gobierno corporativo de la organización
Sin duda, estos cuatro enfoques mencionados corresponden a una simplificación y no pretenden establecer los límites de la disciplina, mas, grafican, a nuestro juicio, la relevancia que esta actividad y la necesidad del desarrollo de la misma. Este es el desafío que hemos asumido con la instancia de discusión mencionada al inicio. Por de pronto, hemos priorizado innumerables elementos necesarios para un efectivo programa de ética y cumplimiento, entre estos:
- Una cultura organizacional (Tone at the top) comprometida con altos estándares éticos
- Supervisión adecuada, esto corresponde al día a día y en cada nivel, deben existir estructura y recursos destinados a esta labor. Por ejemplo Oficial de ética y Oficial de cumplimiento.
- Responsabilidades claras para la gerencia, los empleados y el directorio respecto de su rol en cumplimiento.
- Comunicación efectiva del programa de cumplimiento y de las medidas disciplinarias resultantes del mismo.
- Diligencia en la delegación de autoridad.
- Incentivos enfocados al cumplimientos, esto contempla, entre otras cosas, acciones disciplinarias ante comportamientos reñidos con la ética.
- Evaluación periódica del programa de cumplimiento
Pero, ¿cómo obtener recursos y comprometer a la administración con un programa de cumplimiento?: Mostrando sus beneficios, entre estos se contempla el fortalecimiento de la cultura organizacional, motivar e inspirar conductas deseadas, aumentar la confianza de los stakeholders, lealtad de clientes y proveedores hacia la marca, los esfuerzos de ética y cumplimiento (que son la base del control interno), además de prevenir multas, monetarias y de cárcel.
Fuente: Deloitte