Un pronóstico de Forrester Research expresa que, a menos que surjan imprevistos en el gasto de EEUU, el comercio electrónico en dicho país alcanzará los 278,9 mil millones de dólares en el 2015.
Esta predicción se basa en factores como el crecimiento anual del país, que alcanzaría el 10% en ese año, como así a la continuación de varias tendencias como el aumento del uso de Internet por los usuarios, el mayor conocimiento que tendrá de éste y la preferencia que tendrá por las compras en línea debido a las mejores experiencias de los usuarios en los últimos años, cifras que están en constante aumento.
Forrester también da crédito a los nuevos modelos de compras en línea como son las “ventas rápidas” y “servicios diarios”, que ayudan a fomentar el entusiasmo en los consumidores y compradores.
En el año 2010, las ventas minoristas en Estados Unidos crecieron hasta alcanzar el 12,6%, reportando ingresos por 176,2 millones. Sucharita Mulpuru, analista principal de Forrester expresa que “esto es inusual pues las compras en Internet han disminuyendo en forma constante a lo largo de los años”, con lo que se estaría revirtiendo la tendencia preponderante de los últimos años.
Esta constante disminución se debió, en palabras de Mulpuru, “a las bajas tasas de crecimiento durante los años 2008 y 2009 motivadas por la recesión, que afectó principalmente al sector minorista”, aclarando también que “en el 2010 simplemente se normalizó la tendencia del consumidor al aumentar sus ingresos”.
Si bien no aumenta la cifra de compradores en línea (aquellos que realizan compras asiduamente en la red), sí se ve un aumento en personas que deciden ingresar al menos una vez los datos de sus tarjetas de crédito (conocidos como “holdouts”), siendo los primerizos en el año 2010 un total de 5,5 millones de clientes, que representan un 30% del crecimiento global del comercio electrónico ese año.
Con este estudio también se demuestra que cada día menos personas tienen desconfianza de ingresar sus datos personales, o al menos se arriesgan una vez. Si la tendencia continúa, es posible que muchos de ellos se conviertan en asiduos, con lo que el aumento esperado podría ser mayor aún.
Los compradores asiduos aumentan su gasto en productos considerados “tradicionales”, como son libros u objetos de comunicación, en tanto que se nota un aumento en productos de alta consideración como ser electrodomésticos y muebles para el hogar.
Esto demostró que el 70% del crecimiento global de las ventas por Internet se debe a que los actuales compradores simplemente, decidieron adquirir más productos a través de la red.
Sin tener en cuenta la compra de comestibles, la penetración del comercio electrónico es de un 11%, en tanto que categorías como PC o Software alcanzaron un 50% de ventas a través de Internet.