Reducción de costos
El estudio se centró en las medidas que la empresa está tomando o piensa tomar para paliar las crisis, relacionadas con el costo de personal.
El 69,6% de los ejecutivos encuestados señaló que sus empresas optaron por posponer nuevas contrataciones, además de la eliminación de costos fijos prescindibles, como viajes y capacitación (51,2%)
Es natural que en épocas de contracción económica los primeros beneficios que tienden a disminuir o desaparecer sean los viajes de incentivo, fiestas de fin de año, regalos de navidad y otros de este tipo. También se posponen o reducen inversiones en elementos de trabajo, como la renovación de computadores y otros implementos de uso diario. Respecto de la capacitación, aún cuando no es necesariamente un beneficio, ya que muchas veces es esencial para la productividad de los empleados, hay empresas que se ven obligadas a reducir también estos gastos. Por lo general, se parte por eliminar el financiamiento de capacitaciones que presentan resultados de más largo plazo, o bien, que tienen un beneficio más individual que corporativo, como los postítulos y magisters.
Un 36% de los encuestados, además, señaló entre las medidas la disminución de su personal, y un 30,4% el término o disminución de servicios subcontratados. Uno de los grandes beneficios de la subcontratación es precisamente la mayor flexibilidad que ofrece a las empresas en el manejo de costos, ya sea postergando proyectos o renegociando con los contratistas los costos de los servicios. Es común en estos períodos postergar investigaciones de mercado, contratación de asesorías para el análisis de nuevos proyectos y actividades de marketing. Sin embargo, hay otros servicios que no son fáciles de reemplazar o asumir directamente, como son los de alimentación y seguridad, por ejemplo.
Impacto en las remuneraciones
Un 46% de los encuestados por Deloitte señaló que para enfrentar mejor la crisis no subirán los sueldos, pero sólo un 12,8% coincidió en eliminar el reajuste por IPC. Esto demuestra la menor flexibilidad que tienen hoy las empresas chilenas para eliminar la indexación de los sueldos, ya que es una de las primeras cosas que se acuerdan en negociación colectiva, por lo que eliminar este reajuste por inflación requiere de nuevas negociaciones.
Además, en escenarios de baja inflación el ahorro logrado por esta vía puede ser poco representativo.
Otra opción para ajustar costos es eliminar o disminuir bonos y beneficios asociados a la renta, alternativa que mencionó cerca del 30% de los encuestados. Aunque muchas veces los trabajadores consideran que los bonos de productividad o asociados a resultados son beneficios permanentes, por lo general están asociados al resultado de la empresa, al desempeño del área o grupo de trabajo y al desempeño individual. Si el resultado de la empresa es negativo, el bono disminuye o desaparece, lo que permite a la empresa ajustar sus costos.
Finalmente, hay empresas que optan por modificar la estructura de las remuneraciones, disminuyendo el sueldo fijo garantizado y aumentando el ingreso variable de los empleados.
En este punto, hay distintas formas de cambiar la composición fijo-variable en la planilla de remuneraciones. La primera, es que cuando se producen vacantes, sea por renuncia o despido, al nuevo personal se le contrata con mayor renta variable ligada a los resultados. La segunda es acordar con los trabajadores nuevos contratos. Esta alternativa es posible cuando la empresa está realmente complicada y la alternativa es el despido. En casos de crisis, los mismos trabajadores pueden acordar cambios en el contrato para mantener su fuente laboral. También es posible acordar un cambio en las comisiones con las fuerzas de ventas. Aquí la clave es ser muy transparentes, y que los trabajadores conozcan la real situación de la empresa, para tomar las medidas necesarias de común acuerdo.
Duración de la crisis
De acuerdo a las proyecciones de la mayoría de los encuestados, los efectos de la crisis no se prolongarán más allá del 2009. Un 59% cree que durará más de un año, pero menos de dos, y casi un 29% cree que durará entre seis meses y un año. Sin embargo, nadie se siente a salvo de sus efectos. El estudio de Deloitte arrojó que un 44% considera que el impacto de la crisis en su empresa no será significativo, pero un porcentaje similar asegura que tendrá efectos negativos en sus resultados. Un 12% además dice que enfrentarán una situación complicada.