Las instituciones deberán comenzar a presentar sus resultados bajo la nueva norma contable, lo que podrá afectar, entre otras cosas, el índice de Basilea de cada actor de la plaza por el mayor gasto para cubrir el riesgo de sus carteras.
Este año comienza a aplicarse la última fase de la nueva norma contable IFRS en la banca, lo que a juicio de analistas implicará que las entidades deban elevar sus provisiones, impactando sus balances.
De acuerdo a lo dispuesto por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), en febrero se conocerá el estado de los resultados de enero bajo dichas normas.
Juan Francisco Martínez, socio a cargo de Industria Financiera de Ernst & Young, dijo que con la implementación de la norma contable para la presentación de los resultados en los bancos, “debería originarse un aumento en el nivel de provisiones y lo significativo de este aumento dependerá de la situación particular de cada institución”.
Efectos en el Sistema
Juan Enrique Vilajuana, gerente general de Banco Internacional, no cree ocurra un impacto en las provisiones debido a la IFRS, “aquí no se produce un gran efecto respecto a las provisiones por riesgo. Los bancos tienen que reflejar en sus balances los riesgos de sus carteras”.
Sin embargo, según un analista, un cálculo grueso arroja que los bancos podrían aumentar en un 10% sus provisiones con la implementación de la IFRS. Ello, a juicio de Martínez, se debería reflejar en una disminución patrimonial, contra los resultados acumulados de cada institución, es decir, “afectará los índice de Basilea (que mide los riesgos a los que están expuestos los bancos) limitando las posibilidades de crecimiento en el mercado, con lo que es posible que algunas entidades debieran hacer aumentos de capital para enfrentar ese escenario”, dijo el socio de Ernst & Young.
Un experto explicó que con la implementación de la norma, ya no existirá la cartera vencida, si no que la cartera deteriorada que en vez de capturar las cuotas atrasadas (en más de 90 días) de los créditos, se reconocerá el monto total de la colocación y eso se tendrá que aprovisionar: “por ello habrá un mayor gasto en provisiones”.
Alberto Kulenkampff, audit partner de Deloitte, afirmó que además se producirá un incremento en las provisiones y castigos “debido a que con una morosidad mayor a 90 días se arrastrará a todos los productos asociados a ese Rut excepto los créditos hipotecarios”. Los bancos están obligados a constituir provisiones por sus carteras contingentes, “lo que implica que el incumplimiento de un cliente en cualquier cartera podría arrastrar colocaciones que antes no se reconocían para aprovisionar”, agregó.
En la práctica, la gran señal, y que es buena, dijo un analiza de la plaza, es ver la cantidad de provisiones que tiene la cartera arriesgada. “Los bancos tienen créditos de diferentes plazos y sólo llevan a cartera vencida lo que está atrasado. Es súper bueno conocer cuánto es realmente la deuda total (…) Es bueno para cuantificar la verdadera cartera morosa de los bancos”, sentenció.
En todo caso, otro analista desdramatiza el efecto, pues si bien habría una disminución patrimonial por la implementación de la IFRS, el gran riesgo de la banca este año es si la economía cae en recesión o no, pues de hacerlo, las provisiones se pueden duplicar.
Por Sectores
En concreto, para los créditos que se evalúan grupalmente, como por ejemplo los de consumo, los bancos deberán establecer modelos propios de evaluación, en donde se considere la experiencia histórica del nivel de recuperación de estas colocaciones.
Según Martínez, de Ernst&Young, las exposiciones a créditos asociados a las colocaciones contingentes, tales como las líneas de crédito de libre disposición (que incluye a las tarjetas de crédito y sobregiros en cuenta corriente), boletas de garantías, cartas de crédito confirmadas, “serán las más impactadas por la nueva normativa, puesto que antes no eran consideradas con la determinación de provisiones”.
Esto, agregó, obviamente afectará a los diferentes segmentos del negocio de los bancos: corporaciones, empresas, personas, comercio exterior, entre otros.
Este año comienza a aplicarse la última fase de la nueva norma contable IFRS en la banca, lo que a juicio de analistas implicará que las entidades deban elevar sus provisiones, impactando sus balances.
De acuerdo a lo dispuesto por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), en febrero se conocerá el estado de los resultados de enero bajo dichas normas.
Juan Francisco Martínez, socio a cargo de Industria Financiera de Ernst & Young, dijo que con la implementación de la norma contable para la presentación de los resultados en los bancos, “debería originarse un aumento en el nivel de provisiones y lo significativo de este aumento dependerá de la situación particular de cada institución”.
Efectos en el Sistema
Juan Enrique Vilajuana, gerente general de Banco Internacional, no cree ocurra un impacto en las provisiones debido a la IFRS, “aquí no se produce un gran efecto respecto a las provisiones por riesgo. Los bancos tienen que reflejar en sus balances los riesgos de sus carteras”.
Sin embargo, según un analista, un cálculo grueso arroja que los bancos podrían aumentar en un 10% sus provisiones con la implementación de la IFRS. Ello, a juicio de Martínez, se debería reflejar en una disminución patrimonial, contra los resultados acumulados de cada institución, es decir, “afectará los índice de Basilea (que mide los riesgos a los que están expuestos los bancos) limitando las posibilidades de crecimiento en el mercado, con lo que es posible que algunas entidades debieran hacer aumentos de capital para enfrentar ese escenario”, dijo el socio de Ernst & Young.
Un experto explicó que con la implementación de la norma, ya no existirá la cartera vencida, si no que la cartera deteriorada que en vez de capturar las cuotas atrasadas (en más de 90 días) de los créditos, se reconocerá el monto total de la colocación y eso se tendrá que aprovisionar: “por ello habrá un mayor gasto en provisiones”.
Alberto Kulenkampff, audit partner de Deloitte, afirmó que además se producirá un incremento en las provisiones y castigos “debido a que con una morosidad mayor a 90 días se arrastrará a todos los productos asociados a ese Rut excepto los créditos hipotecarios”. Los bancos están obligados a constituir provisiones por sus carteras contingentes, “lo que implica que el incumplimiento de un cliente en cualquier cartera podría arrastrar colocaciones que antes no se reconocían para aprovisionar”, agregó.
En la práctica, la gran señal, y que es buena, dijo un analiza de la plaza, es ver la cantidad de provisiones que tiene la cartera arriesgada. “Los bancos tienen créditos de diferentes plazos y sólo llevan a cartera vencida lo que está atrasado. Es súper bueno conocer cuánto es realmente la deuda total (…) Es bueno para cuantificar la verdadera cartera morosa de los bancos”, sentenció.
En todo caso, otro analista desdramatiza el efecto, pues si bien habría una disminución patrimonial por la implementación de la IFRS, el gran riesgo de la banca este año es si la economía cae en recesión o no, pues de hacerlo, las provisiones se pueden duplicar.
Por Sectores
En concreto, para los créditos que se evalúan grupalmente, como por ejemplo los de consumo, los bancos deberán establecer modelos propios de evaluación, en donde se considere la experiencia histórica del nivel de recuperación de estas colocaciones.
Según Martínez, de Ernst&Young, las exposiciones a créditos asociados a las colocaciones contingentes, tales como las líneas de crédito de libre disposición (que incluye a las tarjetas de crédito y sobregiros en cuenta corriente), boletas de garantías, cartas de crédito confirmadas, “serán las más impactadas por la nueva normativa, puesto que antes no eran consideradas con la determinación de provisiones”.
Esto, agregó, obviamente afectará a los diferentes segmentos del negocio de los bancos: corporaciones, empresas, personas, comercio exterior, entre otros.