Dadas las recientes apariciones y frecuentes discusiones sobre el tema de Gobierno en las empresas, hoy resulta vital entender a que se refiere el «Gobierno Corporativo», o en inglés «Corporate Governance», que se traduce correctamente en el portugués como «Governança Corporativa». El término tiene diferentes definiciones que comparten elementos comunes, en mi caso me inclino por la siguiente: “El gobierno corporativo es el conjunto de instancias y prácticas institucionales en el proceso de toma de decisiones de la empresa que contribuyen a la creación sustentable de valor en un marco de transparencia, ética y responsabilidad empresarial, alineando intereses y promoviendo el respeto a los derechos de todos los accionistas y grupos de interés que participan directa o indirectamente en la empresa” (Fuente: El Centro para el Gobierno de la Empresa, “Principios Generales de Gobierno Societario para las Empresas Chilenas”).
Entendido bajo una mirada capitalista y empresarial, el “buen” gobierno corporativo promueve una gestión eficaz y eficiente de la empresa de forma tal de perseguir el principal interés de los accionistas: maximizar el valor de largo plazo de la empresa.
Las empresas necesitan de adecuadas prácticas de Gobierno Corporativo para ubicar los intereses de los accionistas en el corazón de la empresa. En un mundo de regulaciones y código de buenas prácticas, parecería fácil pensar que el cumplimiento de un buen Gobierno Corporativo sería materia sencilla. Pero hay que considerar que una buena práctica, es sólo eso y no todas sirven como referencia válida para todas las empresas, sino que estas deben ser desarrolladas a la medida para ajustarse a las diferentes características y necesidades de cada una de ellas.
Los problemas que enfrenta el desarrollo del Gobierno Corporativo en Chile nacen de la cultura. En el país se acota el “buen gobierno” a la perspectiva de “cumplir”, dejándose de lado las brechas que nos distancian de las buenas prácticas de gobierno corporativo, lo que convierte al Estado en un actor principal y fundamental en la implementación de los requisitos necesarios para cumplir con ciertas recomendaciones.
Uno de los puntos que señala la OECD respecto al desarrollo del Gobierno Corporativo en Chile en su más reciente documento, es su preocupación sobre la calidad de los directorios, para lo que se enfatiza la necesidad de desarrollo de los directores en sus capacidades, a través de evaluaciones y capacitaciones específicas.
Sin embargo los avances del país en esta materia han sido alentadores, motivados por la inclusión de Chile dentro de los países de la OECD. Nuevas mejoras se aproximan, y otras recién comienzan a ser parte de la discusión, como es el índice de gobierno corporativo, servicio que es ofrecido por algunas empresas dentro de los Estados Unidos. Respecto a la suficiencia del indicador, todavía es muy pronto para tener una certeza, pero hay una creciente evidencia empírica que una baja nota en la calidad de Gobierno Corporativo tiene una correlación con un mayor riesgo en la empresa o que una buena nota se correlaciona con un mayor valor de la acción, y por lo tanto mayor valor para el accionista.
Entre las principales ventajas que se le atribuyen al indicador de la calidad de Gobierno Corporativo se encuentran que una vez implementado, se podrán hacer comparaciones entre compañías y la publicación de los resultados incentivará a las empresas a tomar acciones en pos de un mejor Gobierno Corporativo, sin la intervención directa del Estado.
Para avanzar rápidamente y de forma práctica en la mejora del gobierno corporativo las compañías deberían aplicar los siguientes pasos:
1. Identificar la Motivación: identificar las motivaciones existentes para mejorar el Gobierno Corporativo y los beneficios esperados.
2. Alinear los Intereses: Acuerde una estrategia común (incluya a todos los interesados).
3. Planificar: Defina las actividades prioritarias y póngalas en un Plan Formal.
4. Identificar las prácticas actuales de Gobierno Corporativo
5. Definir: Defina las medidas para su compañía (tenga en cuenta el marco legal y regulatorio), tenga en cuenta los estándares y las mejores prácticas (adaptadas al contexto latinoamericano y a su empresa) y enfóquese en múltiples frentes (rol del directorio, ambiente de control, transparencia, derecho de los accionistas, responsabilidad social empresarial, etc.).
6. Implementar: Los líderes son los responsables de la implementación, comunique los cambios y recuerde que un buen Gobierno Corporativo requiere de una mejora continua.
Conclusión: la implementación de mejores prácticas de Gobierno Corporativo permite a las compañías mejorar la gestión de la empresa, como también la percepción de los accionistas y del mercado en general, lo que se traduce en un mejor desempeño y en un menor costo de capital es decir un mayor valor para la compañía (Mejor Gobierno Corporativo=Mayor Valor de la Compañía).
Entendido bajo una mirada capitalista y empresarial, el “buen” gobierno corporativo promueve una gestión eficaz y eficiente de la empresa de forma tal de perseguir el principal interés de los accionistas: maximizar el valor de largo plazo de la empresa.
Las empresas necesitan de adecuadas prácticas de Gobierno Corporativo para ubicar los intereses de los accionistas en el corazón de la empresa. En un mundo de regulaciones y código de buenas prácticas, parecería fácil pensar que el cumplimiento de un buen Gobierno Corporativo sería materia sencilla. Pero hay que considerar que una buena práctica, es sólo eso y no todas sirven como referencia válida para todas las empresas, sino que estas deben ser desarrolladas a la medida para ajustarse a las diferentes características y necesidades de cada una de ellas.
Los problemas que enfrenta el desarrollo del Gobierno Corporativo en Chile nacen de la cultura. En el país se acota el “buen gobierno” a la perspectiva de “cumplir”, dejándose de lado las brechas que nos distancian de las buenas prácticas de gobierno corporativo, lo que convierte al Estado en un actor principal y fundamental en la implementación de los requisitos necesarios para cumplir con ciertas recomendaciones.
Uno de los puntos que señala la OECD respecto al desarrollo del Gobierno Corporativo en Chile en su más reciente documento, es su preocupación sobre la calidad de los directorios, para lo que se enfatiza la necesidad de desarrollo de los directores en sus capacidades, a través de evaluaciones y capacitaciones específicas.
Sin embargo los avances del país en esta materia han sido alentadores, motivados por la inclusión de Chile dentro de los países de la OECD. Nuevas mejoras se aproximan, y otras recién comienzan a ser parte de la discusión, como es el índice de gobierno corporativo, servicio que es ofrecido por algunas empresas dentro de los Estados Unidos. Respecto a la suficiencia del indicador, todavía es muy pronto para tener una certeza, pero hay una creciente evidencia empírica que una baja nota en la calidad de Gobierno Corporativo tiene una correlación con un mayor riesgo en la empresa o que una buena nota se correlaciona con un mayor valor de la acción, y por lo tanto mayor valor para el accionista.
Entre las principales ventajas que se le atribuyen al indicador de la calidad de Gobierno Corporativo se encuentran que una vez implementado, se podrán hacer comparaciones entre compañías y la publicación de los resultados incentivará a las empresas a tomar acciones en pos de un mejor Gobierno Corporativo, sin la intervención directa del Estado.
Para avanzar rápidamente y de forma práctica en la mejora del gobierno corporativo las compañías deberían aplicar los siguientes pasos:
1. Identificar la Motivación: identificar las motivaciones existentes para mejorar el Gobierno Corporativo y los beneficios esperados.
2. Alinear los Intereses: Acuerde una estrategia común (incluya a todos los interesados).
3. Planificar: Defina las actividades prioritarias y póngalas en un Plan Formal.
4. Identificar las prácticas actuales de Gobierno Corporativo
5. Definir: Defina las medidas para su compañía (tenga en cuenta el marco legal y regulatorio), tenga en cuenta los estándares y las mejores prácticas (adaptadas al contexto latinoamericano y a su empresa) y enfóquese en múltiples frentes (rol del directorio, ambiente de control, transparencia, derecho de los accionistas, responsabilidad social empresarial, etc.).
6. Implementar: Los líderes son los responsables de la implementación, comunique los cambios y recuerde que un buen Gobierno Corporativo requiere de una mejora continua.
Conclusión: la implementación de mejores prácticas de Gobierno Corporativo permite a las compañías mejorar la gestión de la empresa, como también la percepción de los accionistas y del mercado en general, lo que se traduce en un mejor desempeño y en un menor costo de capital es decir un mayor valor para la compañía (Mejor Gobierno Corporativo=Mayor Valor de la Compañía).
Fuente: Deloitte