"La expansión del nuevo virus de la gripe A (H1N1) se sigue con interés en todo el mundo. En poco más de dos meses y medio, ha puesto en jaque a las autoridades sanitarias mundiales y está demostrando su habilidad para propagarse entre la población, sobre todo entre los jóvenes"
La forma más eficaz de neutralizar sus efectos es conocer qué estrategia utiliza para introducirse y extenderse por el organismo humano.
Dos investigaciones que publica la revista Science han encontrado que el nuevo virus provoca una enfermedad más grave que el de la gripe estacional, un hallazgo que ayuda a explicar por qué los afectados presentan síntomas no habituales, como dolores abdominales y vómitos.
Para sus trabajos, los científicos -del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Atlanta (CDC) y del Instituto de Salud Pública de Bilthoven (Holanda) utilizaron hurones, unos animales que se consideran como un buen modelo para estudiar la gripe, ya que los virus se comportan de forma similar a como lo hacen en las personas.
Los investigadores infectaron a los animales con el A (H1N1) y los compararon con otros infectados con el virus de la gripe de temporada. Así, descubrieron que el nuevo virus se extiende más por la tráquea y llega hasta los pulmones y hasta el intestino, mientras que el virus normal se queda en la cavidad nasal.
El dato positivo de estos estudios es que, según los holandeses, ambos tipos de virus tienen la misma capacidad para infectar a nuevos individuos por la vía respiratoria, mientras que los científicos estadounidenses apuntan a que el A (H1N1) puede ser menos contagioso que el virus de temporada.
Fuera del laboratorio, la enfermedad parece haberse adueñado de varios países. Las autoridades argentinas han recomendado a las mujeres embarazadas que no acudan a sus puestos de trabajo para evitar posibles contagios y el Gobierno británico asumió que no puede contener la expansión del nuevo virus y prevé que a finales de agosto el número de afectados podría ascender a cien mil diarios.
La situación exige pasar de la fase de contención a la de tratamiento (administrar antirretrovirales a los grupos de riesgo), según anunció el ministro británico de Sanidad, Andy Burham.
Fuente: http://www.expansion.com/