El Banco de Tailandia (BoT) ha recortado ayer el tipo oficial en 25 puntos hasta situarse en el 2,5%, conforme a los pronósticos de RGE (el consenso bifurcado convergió hace una semana), con un enfrentamiento entre el banco central y el ministerio de economía.
Predecíamos que el crecimiento del primer trimestre no llegase a la previsión oficial (6,0%) y nuestra cifra del 5,4% se situó apenas una décima sobre el resultado del 5,3%. La declaración política reflejó un tono más conciliador del que se hizo evidente en abril, minimizando las expectativas de estímulo fiscal y demanda interna. Seguimos creyendo que la economía continúa fuerte y atribuimos la desaceleración en el primer trimestre a la normalización tras la reconstrucción post inundaciones de 2012. Lo que nos preocupa es la independencia del banco central: puede que el recorte de 25 puntos en mayo no aplaque al gobierno, que presionó por un recorte de 50 puntos que abordara la fuerza del baht, pero el BoT parece ser consciente de las implicaciones para la economía real. Si el banco recorta otros 25 puntos, podríamos tener que reexaminar nuestra opinión.