En la última década, la tasa nacional de ahorros de China se ha disparado, superando el 50% del PIB frente al 40% en los noventa. La otra cara de la moneda ha sido el aumento de la cuota de renta nacional destinada al sector corporativo, donde los ahorros se invirtieron en nuevo capital fijo en vez de canalizarse hacia los hogares.
Modelamos la tasa de ahorro en función del crecimiento del PIB (para el que anticipamos una caída brusca a partir de 2014), el ratio de dependencia y los tipos reales de depósito, y esperamos que la tasa de ahorro descienda del 51% en 2012 al 47% en 2016. Aun así, la inversión debería bajar más rápido, de casi el 50% en 2012 a alrededor del 43% en 2016. Los gobiernos locales ya dependen de nuevos préstamos para cumplir con los intereses de sus actuales deudas y gestionan déficits fiscales masivos. Esperamos un rescate el año que viene que aborde la carga de deuda, aunque los términos del acuerdo podrían exigir la rápida consolidación fiscal de los gobiernos locales. El creciente desequilibrio ahorros/inversión significa que China presentará un mayor excedente de cuenta corriente.