El fraude del 11-S: acusan a cien policías y bomberos retirados de fingir traumas tras los atentados
Más de cien personas, entre ellas 72 policías y ocho bomberos retirados de Nueva York, han sido acusados de fraude a la seguridad social por fingir traumas tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Las autoridades estiman que los acusados podrían haber defraudado un total de 400 millones de dólares (unos 294 millones de euros) de los fondos públicos.
Los demandados cobraron decenas de miles de dólares al año en beneficios por discapacidad del Seguro Social, alegando que estaban completamente incapacitados por trastornos psiquiátricos graves y otras dolencias, según la información publicada este martes por el fiscal de distrito de Manhattan Cyrus R. Vance Jr.
Según ha recogido el diario estadounidense USA Today, los 106 acusados "tenían unos estilos de vida que contradecían las declaraciones realizadas para obtener las ayudas". De hecho, mientras afirmaban que rara vez salían de casa y que tenían relaciones sociales limitadas, hubo solicitantes que llegaron a conducir un helicóptero, montar en una moto de agua o abrir una escuela de artes marciales.
De la misma forma, la mayoría de los demandantes de ayudas afirmaron que no podían usar el ordenador, sin embargo, los informes ponen de manifiesto que muchos tenían perfiles abiertos en redes sociales como Facebook y Twitter o canales de vídeos en YouTube, donde subían alguna de las imágenes que les delataban.
Cuatro de los hombres están acusados de planear el supuesto fraude y de dar consejos a quienes reclamaban los beneficios sobre cómo fingir problemas psicológicos (algo que venían haciendo desde 1988), a cambio de una suma de dinero que podría alcanzar hasta los 50.000 dólares (cerca de 37.000 euros). Se trata de Raymond Lavallee, abogado de 83 años; Thomas Hale, 89; Joseph Esposito, 64; y John Minerva, 61.
Dos de ellos serían los encargados de ayudar a los solicitantes a describir falsos síntomas de la depresión y la ansiedad a los médicos. Además, les instruían sobre la forma de vestir o de actuar.
El comisionado de Policía de Nueva York , William J. Bratton, ha afirmado que los exagentes acusados "han deshonrado a todos los que fallecieron durante los esfuerzos de búsqueda y rescate del 11 de septiembre de 2001, explotando su participación en el trágico día para beneficio personal".