La inflación checa alcanza su nivel más bajo desde marzo de 2010, lo que alimenta las especulaciones sobre una posible intervención del banco central checo en el mercado de divisas
La inflación general checa se continuó desacelerando hasta alcanzar el 1,0% interanual (-0,4% intermensual) en septiembre, lo que supuso una sorpresa a la baja y alimentó las especulaciones sobre una posible intervención en el mercado de divisas por parte del banco central (CNB). Al mismo tiempo, la lectura de la inflación relevante para la política monetaria (es decir, la inflación ajustada según los primeros efectos de los cambios en los impuestos indirectos) también se moderó hasta el 0,2% interanual. Tras reducir el tipo oficial hasta casi cero el pasado año, los responsables políticos del CNB han estado considerando la venta de coronas como una nueva herramienta para potenciar las exportaciones y frenar los temores de deflación. La moderación de los datos de inflación servirá para reforzar a los más moderados de los siete miembros que componen el consejo de política monetaria, que hasta el momento ha rechazado las mociones para intervenir en el mercado de divisas. No obstante, mantenemos nuestra opinión de que el CNB permanecerá al margen, a menos que la inflación se mantenga constantemente muy por debajo del objetivo. La última serie de datos macroeconómicos positivos (incluida la producción industrial y los índices PMI) respalda nuestro punto de vista.