Los procesos de consultoría es algo a los que estamos más o menos acostumbrados en las empresas, sin embargo el coaching es algo relativamente más novedoso que no lleva tanto tiempo implantado, por lo menos de forma tan masiva en las empresas. Hoy vamos a ver cómo aprovechar el coaching en la pyme para crecer como empresas y pasar al siguiente nivel de la mano de nuestro coach.
En un momento de incertidumbre económica como el actual, muchas empresas se centran más en sobrevivir que en evaluar qué tipo de empresa son y qué tipo de empresa quieren ser en el futuro. Aquí el coaching nos puede dar la perspectiva que necesitamos para parar, mirar y saber a dónde tenemos que dirigir nuestros esfuerzos en el futuro.
A veces es complicado darnos cuenta por nosotros mismos de algunos de los problemas que tiene nuestra empresa. Por eso contratamos a alguien que venga de fuera para que nos muestre los ámbitos de mejora que tienen nuestra empresa, muchas veces evidentes, pero que no somos capaces de detectar e identificar. El coaching nos va a acompañar en este recorrido de la empresa que somos a la que queremos convertirnos.
Más que señalar un problema y proponer una solución, como haría una consultora, el coach de negocios nos va a permitir afrontar y enfocar los problemas que tiene nuestra empresa para saber resolverlos. Todo ello desarrollando estrategias efectivas de marketing y planes de negocio sólidos, etc. Se trata de prepararnos mejor, de saber afrontar los cambios y guiar a nuestra empresa en el camino adecuado.
El coaching en la pyme ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos, a potenciar nuestras habilidades y las de nuestro equipo, haciendo que nuestra empresa sea más fuerte, se adapte mejor y, en definitiva, sea más competitiva. El coach en los negocios es como un entrenador de fútbol. Debe potenciar lo mejor de cada uno para que el resultado global sea el mejor posible. Si esto es básico para una pyme si quiere salir adelante en momentos como los actuales.