Larry Summers renuncia a su candidatura como presidente de la Reserva Federal
El ex secretario del Tesoro Larry Summers, uno de los dos nombres barajados por Barack Obama para suceder a Ben Bernanke al frente de la Reserva Federal (Fed), ha renunciado a su candidatura para el puesto. La reacción en los mercados es de celebración. El halcón Summers, que se postulaba como el favorito, era más partidario de la supresión de los estímulos que sus contrincantes.
El que fuera secretario del Tesoro con Bill Clinton telefoneó en la tarde del domingo al presidente estadounidense para hacerle partícipe de su decisión.
"He llegado a la difícil conclusión de que cualquier posible proceso de confirmación (en el Congreso) sería complicado para mí y no redundaría en interés de la Reserva Federal, la Administración o, en última instancia, los intereses de la recuperación económica en curso en el país", explica Summers en una carta al presidente tras su llamada telefónica.
Summers se había postulado como el favorito entre los candidatos que maneja Obama, según la prensa estadounidense, para relevar a Bernanke al frente de la Reserva Federal, cuyo mandato expira el próximo 31 de enero tras siete años.
Y según las estimaciones del mercado, la postura de Summers con respecto a la retirada de la política de estímulos de la Fed era más dura que la defendida por Bernanke, de forma que el cambio se habría hecho de una forma más agresiva. "Los inversores realmente estaban descontando a Summers", asegura un operador a la CNBC. "Habrá subidas porque el mercado percibe a Yellen y a Kohn como palomas", añade, lo que implica que continuarán las reformas a un ritmo más suave.
Obama consiente
En un comunicado, Obama aceptó la decisión de Summers, al que describió como "un miembro importante" de su equipo, que supo enfrentarse a la peor crisis económica sufrida en el país desde la Gran Depresión.
"Fue en gran parte debido a su experiencia, sabiduría y liderazgo que luchamos para que la economía volviese a crecer y lográramos el tipo de progreso que estamos viendo hoy. Siempre estaré agradecido a Larry por su incansable trabajo y servicio en nombre de su país y esperamos continuar con su guía y consejo en el futuro", añadió el presidente.
Debido a su controvertido carisma, que le ha granjeado amigos tanto en el gobierno como en Wall Street, las principales trabas de Summers se encontraban paradójicamente en la bancada demócrata, desde donde se ha criticado su condescendencia con las grandes entidades bancarias y su respaldo a la desregulación financiera en los años previos al estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008.
Yellen, ¿nueva favorita?
Ahora, lo que apunta a la actual vicepresidenta del banco central de EEUU, Janet Yellen, como futura presidenta de la Fed. Con un perfil público más bajo, ha sido reivindicada por los sectores más liberales del partido demócrata, que valoran su espaldarazo a la agresiva política de estímulo lanzada por Ben Bernanke para revitalizar la economía después de la aguda crisis financiera de 2008.
Además, resaltan su menor pasión por los focos y los círculos de poder y el gesto simbólico que supondría nombrar a una mujer al frente de la todopoderosa Reserva Federal, por primera vez desde su creación hace justo un siglo.
Junto a Yellen, aunque son nombres más improbables, podrían estar Donald Kohn, ex vicepresidente de la Fed, o el ex secretario del Tesoro Timothy Geithner, aunque éste ya ha manifestado que no le interesa el puesto.
Bernanke, nominado por George W. Bush y reafirmado por Obama, concluye su mandato en 2014, y aunque no ha adelantado su futuro, todo parece indicar que buscará otros caminos profesionales.