Europa vivirá una década perdida como la de Japón si no limpia su sistema financiero
Cuando la calma parece que se instaura poco a poco en
Europa, lejos de los días más oscuros de la crisis de deuda, y cuando
empiezan a surgir señales de recuperación económica, un estudio
publicado por el Banco Central Europeo (BCE), avisa de que la región
podría sufrir una situación parecida a la que padeció Japón durante su
"década perdida".
El estudio, publicado
pero no respaldado por el BCE, avisa de que las autoridades políticas
deberían moverse con rapidez para arreglar el imperfecto sistema
bancario de la zona euro y así evitar una década perdida al estilo
japonés, que conlleve un crecimiento mínimo e inflación.
"Los frágiles bancos tienen incentivos para continuar
financiando a firmas atribuladas e ineficientes, para evitar reconocer
más pérdidas", advierte el informe. "En este constante acto de
equilibrio, las intervenciones de política deberían, por lo tanto,
evitar el retraso del proceso de ajustes necesario", añade.
El estudio señala que una vez que se hayan limpiado los
balances de los bancos, los impagos de las empresas podrían tener un
impacto mucho menor en la economía.
El informe replica las preocupaciones del presidente del
BCE, Mario Draghi, sobre la necesidad de hacer más resistente al sistema
bancario de la zona euro.
Comparaciones continuas con Japón
No
es la primera vez que se pone de ejemplo a Japón para avisar del futuro
que espera a algunos países de la zona euro, si no hay nada ni nadie
que lo remedie.
Diferentes análisis publicados los últimos años han comparado la situación del país asiático con la de España.
Argumentaban que el endurecimiento de las políticas del Gobierno, unido
a los fuertes recortes presupuestarios y el anémico ritmo del crédito
bancario podrían estar sentando las bases de años de estancamiento.
Japón sufrió una gran burbuja inmobiliaria y financiera
durante los 80. Posteriormente, durante la década siguiente, vivió una
etapa de un muy débil crecimiento económico que se conoce como "década
perdida". Por si esto fuera poco, una ola de austeridad en 1997,
mientras el sector privado se estaba desapalancando con tipos de interés
cercanos a cero, provocó cinco trimestres de contracción y un déficit
público enorme.
Un Lehman europeo
Tampoco es la
primera vez que un informe o un experto avisa sobre la situación del
sistema financiero europeo. Simon Johnson, ex economista jefe del Fondo
Monetario Internacional (FMI), aseguró a principios del pasado mes de
junio, en una columna publicada en Bloomberg, que los líderes políticos europeos ven aterrados el estado del sistema financiero europeo.
Johnson aseguraba que los bancos europeos están severamente
faltos de capital, lo que significa que funcionan con muy poco colchón y
financian sus balances fundamentalmente con deuda. Por todo ello,
tienen muy poco capacidad de absorber pérdidas, por lo que tienen mucho
potencial para desatar una ola de insolvencia en todo el sistema
financiero, tanto europeo como mundial.