La tradicional distribuidora Rabié presentó una solicitud de quiebra
ante la justicia argumentando que carece de los flujos necesarios para
poder cumplir con las obligaciones de pago y solventar los gastos
operacionales. La empresa que se fundó en Chillán hace más de 100 años
afirma que se vio impactada porque aseguradora no cubrió daños del
terremoto.
La deuda total de Distribuidora Rabié, que el
martes presentó una solicitud de quiebra ante el 22 Juzgado Civil de
Santiago, asciende a US$150 millones, según informó el Banco BCI, uno de
los tres principales acreedores de la firma.
"Como es de público conocimiento, el Grupo Rabié solicitó el
pasado martes 6 de agosto la quiebra de Rabié S.A. ante los Tribunales
de Justicia. La deuda total aproximada asciende a $74.593 millones,
equivalentes a US$150 millones", señaló BCI en una declaración.
"De ese monto, sólo el 20% corresponde a deudas del Grupo Rabié con
la Corporación BCI, - banco, leasing y factoring- por $15.500 millones
(US$30 millones), los cuales se encuentran provisionados al 90% por
parte del banco en los estados financieros de julio", agregó.
Los otros dos principales acreedores son el Banco Santander Chile y Unilever Chile.
En el escrito presentado por Rabié ante la justicia solicitó que se
fije una audiencia para que los tres mayores acreedores designen al
síndicto respectivo.
Según lo informado por Rabié su situación financiera se deterioró
como consecuencia del aumento en los costos y la disminución en las
ventas que generaron los daños provocados a algunas de sus instalaciones
producto del terremoto del 27 de febrero de 2010.
"El estado operacional, comercial y financiero en que se encuentra
actualmente la empresa, le hace carecer de flujos necesarios para poder
cumplir con las obligaciones de pago y solventar los gastos
operacionales, por tal motivo nos vemos en la necesidad de solicitar
nuestra propia quiebra", señala el escrito presentado por el
representante legal, Jorge Rabié Uauy.