Las elecciones anticipadas en la República Checa no alterarán seguramente el curso de la política fiscal
El legislador checo podría aprobar hoy una moción para disolver el 
parlamento, dando paso a un nuevo gobierno de izquierdas que asumirá el 
poder a finales de octubre. La República Checa lleva en el limbo 
político desde junio, cuando un gobierno de transición tomó las riendas 
después de que un escándalo de espionaje y sobornos echara al partido 
cívico democrático, de centro derecha, del gobierno. Las últimas 
encuestas sugieren que los socialdemócratas formarán el próximo gobierno
 con el partido comunista, cumpliendo las promesas del gobierno previo 
de facilitar el ritmo de la consolidación fiscal para que la incipiente 
recuperación económica cobre impulso. Seguimos esperando que la 
República Checa lleve su déficit fiscal por debajo del límite de la UE 
del 3% del PIB (donde permanecerá durante 2016). Aun así, un toma y daca
 político prolongado post-electoral podría posponer la aprobación del 
presupuesto de 2014, complicando la aplicación de las medidas de fomento
 del crecimiento.